Magia circense liberada

Ayer, en el CCCG, niños y padres tuvieron una divertida tarde en familia entre juegos, títeres y música.

El espacio cerrado del Centro Cultural Conte Grand prácticamente se transformó en un gran circo. Desde la siesta hasta la noche, decenas de niños y niñas junto a sus padres tuvieron una jornada llena de entretenimientos con el Festival del Día del Malabarista. La intención principal fue la celebración de la fecha internacional, pero en los hechos, fue mucho más allá. Sirvió como pretexto para incluir todas las disciplinas del arte circense con la participación de los pequeños. Tuvieran o no experiencia en el uso de los juguetes, como las clavas, o el diábolo o el hula hula, chicas y chicos se animaron a ser ellos mismos los protagonistas, aprendiendo técnicas y practicando varias rutinas de malabarismo y otros juegos de equilibrio. Y cuando llegó el turno de practicar las acrobacias, el entusiasmo fue mayor, porque al mirar cómo los profesores realizaban sus piruetas, todos los niños quedaban asombrados. Además, en otro sector del predio, tuvieron su lugar varios talleres para los más grandes al momento de hacer danza contemporánea y contorsionismo. En el medio, hubo una función de Sabor a Calle, la compañía de títeres de El Tagua, que presentó una tierna historia que cautivó a los chicos. En otro lado, estaba la muestra del fotógrafo Antonio Rombina con imágenes de artistas circenses callejeros por Sudamérica. Además, toda la jornada estuvo musicalizada por DJ’s y la banda de rock y reggae Melón. Al concluir la jornada, se desarrolló la gran varieté en la que se representaron todas las disciplinas en escena. El festival, organizado por Sebastián Bustos y Lucía Moreno, tuvo su debut en el CCCG de forma satisfactoria: “Estamos contentos y agradecidos por entrar a este espacio por primera vez. Creemos que el circo sana y abre puertas para la familia”, expresó Lucía.

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