El Gobierno equipará y refaccionará las instalaciones del Proyecto Juan

El acuerdo fue convenido con la Asociación Comunidad Cristiana Bosconiana, generadora del programa para el tratamiento de adicciones en la provincia.

Se trata de un sitio con cuatro grandes habitaciones, cada una de ellas con cuchetas, un amplio salón que hace de comedor y la cocina, en la que se destaca un pizarrón que organiza las tareas; cada uno de los jóvenes que conviven son los encargados de preparar sus alimentos.

Por otra parte, el equipo terapéutico está conformado un coordinador, tres trabajadoras sociales, dos sicólogas y nueve operadores socios terapéuticos que acompañan 24 horas a los pacientes.

Además, los internos organizan la limpieza durante la semana, como parte del tratamiento, con la responsabilidad de cuidar el espacio donde conviven durante los meses de tratamiento.

La labor es de lunes a domingo, con la imposición de límites y estructuras que los ayudan a salir del lugar donde están.

El tratamiento, que tiene una duración máxima de seis meses, consta de varias etapas: el taller socio terapéutico, en el que se trabaja con las emociones y los problemas que trae la persona con adicción y, por otro lado, lo relacionado con lo creativo y recreativo, para fomentar la convivencia entre pares, a lo que se suman actividades en el deporte, la música, la educación, la cocina y las manualidades, entre otras.

Otra parte fundamental con la que se trabaja son las familias de los pacientes, ya que se estima que el 98% de los casos que ingresan comienzan en el mundo de las drogas por problemas familiares, independientemente del nivel social en que se encuentre.

 

La tarea del Estado Provincial

Por su parte, el Ministerio de la Familia y del Desarrollo Humano de San Juan, tiene como funciones dentro de ésta problemática sicosocial, derivar a los jóvenes a la comunidad, respetando las condiciones de ingreso y permanencia establecidos por ella de acuerdo con los fines para los cuales ha sido creada.

Además, asistirá financieramente las necesidades que surjan de la atención directa de los internos: asistencia alimentaria, vestimenta, calzado y demás requerimientos de uso personal.

Continuando, el estado local aportará las mejoras necesarias para el normal funcionamiento de la comunidad terapéutica: equipamiento, arreglos edilicios, etc.

También es su responsabilidad supervisar las prestaciones con personal designado, articular acciones con diferentes organismos que contribuyan al desarrollo del programa.

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