JMJ en Lisboa: Más de un millón y medio de jóvenes de todo el mundo acompañaron al Papa
Más de un millón y medio de jóvenes se reúnen con el Papa en la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, entre ellos se en encontraban algunos sanjuaninos. Aldo Galdeano charlo con nosotros y nos contó la experiencia.
En una impresionante muestra de fe y esperanza, más de un millón y medio de jóvenes se reunieron en Lisboa, Portugal, para participar en la vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) junto al Papa. El evento, que se llevó a cabo en el parque Tejo, fue una ocasión emocionante para los asistentes, que se unieron con entusiasmo para celebrar la fe católica y encontrarse con el Santo Padre.
En el marco de esta JMJ, el Papa ofreció palabras de aliento y esperanza a los jóvenes, recordándoles la importancia de mantener la fe y la unidad en tiempos de incertidumbre y desafíos. Durante la ceremonia de despedida, el Sumo Pontífice hizo un emocionante anuncio que llenó de expectativas a los presentes: el Jubileo del Año Santo de 2025 se celebrará en Roma bajo el lema “Peregrinos de esperanza”. También extendió una cordial invitación a todos los jóvenes del mundo para participar de la Jornada Mundial de la Juventud de 2027 que se llevará a cabo en Corea del Sur, específicamente en la vibrante ciudad de Seúl.
Aldo Galdeano, un joven sanjuanino, compartió su experiencia en esta JMJ, que fue su tercera participación en este tipo de eventos. Desde Lisboa, Aldo expresó su emoción al vivir una jornada que reunió a jóvenes de distintas partes del mundo. “La experiencia es totalmente distinta en las tres que he participado”, dijo Aldo, quien previamente había asistido a las JMJ en Cracovia y Panamá. “La idea de esta JMJ es conocer gente, revivir lo que fue Panamá y Cracovia, y reencontrarme con esas personas después de mucho tiempo”, añadió.
Durante su estancia en Lisboa, Aldo Galdeano se mostró agradecido por la oportunidad de estar cerca del Papa y participar en diferentes roles, entre ellos el de seguridad en las puertas oficiales y en Campos de Gracia y Misericordia. Para él, poder compartir esta experiencia con miles de jóvenes de diferentes culturas y orígenes fue una vivencia inolvidable que fortaleció su fe y su conexión con Dios.
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